La Navidad es una época de tradiciones, celebraciones y rememoraciones, y los bloggers no estamos exentos de caer en ellas. Empezamos por el propio origen de la fiesta, a veces olvidado, que no es otro que recordar el nacimiento de Jesús de Nazaret. La Iglesia católica lo ubicó a finales de diciembre, aprovechando la festividad pagana del solsticio de invierno, que es cuando empieza a “nacer” el sol y a alargarse las horas de luz de los días. Es decir, en todo caso, celebramos el inicio de algo nuevo (el año, la cristiandad, el cumpleaños de Jesús, etc.).
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La principal tradición navideña consiste precisamente en reunir a las familias, algo que suele implicar viajes para aquellos que tenemos la familia desperdigada por esos mundos. En nuestro caso, el slogan de cierta marca de turrones “vuelve a casa por Navidad” cobra un especial significado, y su melodía ha quedado integrada en nuestra memoria para siempre, y asociada a los viajes navideños.
En este artículo, varios bloggers de viajes nos contarán si viajan o no en Navidad, y cuáles son sus tradiciones particulares.
Viajero Digital
En mi caso, desde que me independicé y marché a vivir fuera de mi ciudad natal, Santander, siempre he vuelto a casa por Navidad, a reunirme con mi familia y ver a los amigos de la juventud. Después de tantos años (llevo ya 30 fuera), sigo acudiendo cada año, aunque sea unos pocos días, para reconectar con mis raíces y con mis rincones favoritos, además de ver a la familia y amigos. En algunas ocasiones, sí que he hecho algún viajecito a otros lugares coincidiendo con la nochevieja, pero la nochebuena es sagrada (nunca mejor dicho) y la paso en familia, sea la propia o la de mi pareja.
Mis tradiciones, o incluso diría «ritos» personales, giran todos en torno a mis raíces: pasear desde el centro de Santander hasta el Sardinero, por la orilla de la bahía, disfrutando del paisaje de una de las bahías más hermosas del mundo. Otro ritual es madrugar para cazar amaneceres, recogerlos en foto y vídeo para compartirlos en las redes. También disfruto tomando un vermút de solera en mi bar favorito (ahora rebautizado como vermutería), el Solórzano en la calle Peña Herbosa, en compañía de los viejos amigos. Otro ritual, que hago cada día de los inocentes, es disfrutar de los conciertos de villancicos en las calles del centro a cargo de los chicos del coro del Colegio Virgen de África.
Y, por último, en mi caso es obligada una visita a la playa de la Concha en Santander, al lugar en el que hace ya 12 años echamos las cenizas de mi padre, fallecido aquel fatídico 28 de diciembre, brindando en su memoria con un vermut y unas rabas en el Balneario de la Concha.
Todo viajero tiene un lugar donde volver, como el reposo del guerrero, que en mi caso es Santander, una ciudad que os recomiendo conocer en cualquier época del año.
No voy a hablar en esta ocasión de tradiciones gastronómicas porque, aparte de las de mi tierra, tiendo a adoptarlas casi todas, aún a pesar del riesgo de sobrepeso post-navideño. Pero sí que os dejaré aquí el enlace al post donde las comento.
Aparte de las ya citadas, reconozco que comparto casi todas las tradiciones navideñas más extendidas, pero es el momento de dar la voz a más bloggers.
Surfing the planet
Siendo ambos expatriados, generalmente la Navidad viajamos para pasarla con las familias. Gábor se va a Hungría y yo (Rachele) me voy a Italia. Lo hacemos así porque nosotros estamos juntos todo el año y no tenemos muchas oportunidades de estar con ellos, excepto cuando vienen de vacaciones. Este año ha sido excepcional ya que por primera vez en la historia hemos decidido hacer algo diferente y pasarla juntos en Barcelona, viendo las familias via video llamada.
Tradiciones navideñas en nuestra casa tenemos varias, de hecho juntamos las tradiciones Italianas, Húngaras y algunas de las catalanas también. En casa, para las fiestas de Navidad no falta nunca el «Caga Tió» de la tradición catalana. El árbol de Navidad está decorado con bolas pero también con chocolatitos propios de la tradición Húngara.
El menú de nochebuena es rigurosamente húngaro, incluido el postre que nos envía directamente la mamá de Gábor. Mientras que el día de Navidad hacemos un menú Italiano con productos que nos envían mis padres desde Italia, incluido el panettone, que por supuesto nunca puede faltar.
Imanes de viaje
¡Las navidades son para pasarlas en casa! Después de todo un año sin parar de viajar, en Imanes de Viaje nos gusta pasar las navidades en la ciudad donde vivimos, en Santander.
Además de ser una de las ciudades más bonitas de España y tener la bahía más bonita del mundo, las Navidades en Santander son siempre especiales. Una de nuestras tradiciones favoritas de Santander es bajar a tomar algo a la calle Peña Herbosa con los amigos, en los días clave. La quedada puede empezar desde mediodía hasta alargarse a pocos minutos antes de la cena. Todo depende de cómo se tercie el día y la cantidad de amigos que te vayas encontrando. La calle es todo un clásico que se pone hasta la bandera, tanto en Nochebuena como en Nochevieja.
El resto de días entre Nochebuena y Nochevieja aprovechamos a cargar pilas con todos los amigos que viven fuera, hacer las típicas compras navideñas y a hacer alguna escapada por la región. Además, si te animas a venir a Cantabria en estos días siempre suele acompañar el buen tiempo. No hay ciudad más bonita para pasar estos días.
¿Dónde vamos, Eva?
Para nosotros hay un destino que se repite año tras año y al que siempre vamos para pasar la Nochevieja. Ese lugar es Madrid, en familia, posiblemente la ciudad donde más intensamente se vive la Navidad.
Tradiciones como tomar churros en San Ginés; recorrer las calles del centro con amigos y familia ataviados con las pelucas más coloridas o los adornos más inverosímiles; comer un bocadillo de calamares o visitar los belenes que surgen como setas en numerosos puntos de la ciudad, son algunas de las actividades que puedes hacer en la ciudad en estos días, sin olvidarte subir en el bus de la Navidad que te lleva por las calles mejor iluminadas de la ‘capi’.
Al vivir la Nochevieja en familia, surgen muchas tradiciones o «ritos» que llevamos años poniendo en práctica cada año. No sabemos si funcionan o no, pero lo pasamos muy bien con los preparativos.
En nuestra cena-fiesta de fin de año (que dura hasta bien entrado el día 1) siempre nos vestimos de fiesta, llevamos pelucas de colores, ponemos nuestra alianza en una copa de cava para brindar con ella, comemos las uvas pisando solo con el pie derecho. Al tocar la última campanada, nos bañamos en una marea de confeti que lanzamos como si no hubiera un mañana (a veces, seguimos encontrando confeti en la casa pasados unos meses) y brindamos con cava que llevamos desde nuestro querido Penedès.
Al acabar la fiesta, no puede faltar el tradicional chocolate con churros en familia. Y por supuesto, en mi caso, ilusionarme con las imágenes del Baile de Año Nuevo de Viena para seguir soñando despierta sintiendo que alguna vez seré yo quien este allí.
Y vosotros ¿qué tradiciones navideñas tenéis? ¿volvéis a casa por Navidad, o huis de las cenas familiares y ponéis rumbo a destinos exóticos? ¡Haced vuestros comentarios aquí abajo!
Me encanta la Navidad. Con sus adornos y moquetas feriales rojas en todos los centros comerciales. Gracias por el artículo.
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Hola,
Muchas gracias por compartir este artículo.
que bonita la Navidad y las costumbres locales que son tan diversas y ricas que la exploración es infinita. Un destino ideal para conocer las costumbres croatas es la ciudad de Zagreb, capital de Croacia. Ya por el tercer año consecutivo se han llevado el premio de la ciudad europea con el mejor mercadillo navideño. Organizan conciertos con grupos de folclore locales, en los puestos se encuentran productos típicos donde no falta el riquísimo vino caliente.
Saludos!
Habrá que ir algún día. Ya conozco Split y tengo pendiente de volver para profundizar en Duvrovnik y alguna ciudad más, como Zagreb.