A estas alturas del blog, ya va siendo hora de que os explique quién es el blogger que está detrás de este blog. Pero mejor que hacerlo yo mismo, recojo aquí una entrevista que me hicieron hace tiempo, explicando el por qué de mi pasión por viajar y de la creación de Viajero Digital, blog que lleva en funcionamiento desde febrero de 2013.
Breve introducción sobre ti y sobre tu blog
Soy Luis Fernández del Campo, un viajero incansable nacido en Santander (Cantabria). He vivido en Santander, Bilbao, Madrid, Sevilla, y desde 1993 resido en Barcelona. Por razones familiares, profesionales y personales he viajado, viajo y seguiré viajando por todas partes, lugares cercanos y lejanos, porque no hay destino menos importante que otros, todos tienen algo que ofrecernos.
Profesionalmente, tras muchos años dedicados a la consultoría de gestión empresarial (soy economista, aunque no ejerza como tal), me he reorientado hacia la consultoría en Social Media y Marketing Digital, tratando de ayudar los empresarios en el sector de turismo y ocio a mejorar la comunicación online de sus negocios.
Mi blog Viajero Digital surge para, además de escribir sobre mis viajes, aportar el punto de vista de un viajero del siglo XXI, como yo, que utiliza las redes sociales, que vive enganchado a su smartphone y usa aplicaciones móviles, todo ello unido para enriquecer la experiencia viajera. En un tiempo en el que se empieza a tomar en serio a los «millenials», yo reivindico el papel de los «viejennials» que compartimos actitud y habilidades digitales con la experiencia de los años. Por lo que llevo visto hasta ahora, las empresas del sector aún tienen mucho que aprender para dar un servicio a la medida de las necesidades del viajero digital, y aquí estoy para ayudarlas.
¿Qué tres consejos prácticos nos darías para preparar un viaje al exterior? ¿Por dónde empezar?
Como buen blogger, recomiendo ante todo inspirarse en internet, en las redes sociales, y especialmente en los blogs, para escoger el destino y para documentarse al respecto. Tenemos una ventana abierta al mundo en nuestro PC o en nuestro smartphone y debemos aprovecharla. No te fíes tanto de lo que digan las marcas, los propios destinos, como de lo que cuenten los bloggers de viajes, auténticos expertos en vivir experiencias viajeras y contarlas.
Preparar bien tu equipaje digital: tarjetas de memoria, baterías de repuesto, power banks y cargadores, palo de selfie, cámaras de fotos y de video, tablet, etc. Como buen viajero digital, necesito tener una conexión a internet constante, y en viajes al extranjero recomiendo alquilar un router wifi portátil, o una tarifa de datos local que evite el sobrecoste del roaming. Si eso falla, habrá que seguir buscando desesperadamente wifi en hoteles y restaurantes, y aprovechar el resto del tiempo para hacer «desconexión» viajera.
Viaja siempre en modo esponja y sin tabús: absorbe todo lo que veas y oigas en tu destino, empápate de la cultura local, de su historia y monumentos. Nunca sabes cuánto vas a tardar en volver a ese lugar, y hay que aprovechar el momento. Ve abierto a todo, a conocer a los residentes, a comer con ellos, a dejar que te guíen a sus rincones favoritos y te cuenten sus historias. Hoy en día se valoran más las experiencias vividas que el destino en sí. Está muy bien conocer los “imperdibles” de cada lugar, pero es más divertido salirse del camino marcado y dejarse llevar, perderse, explorar, descubrir. Hoy en día hay muchas plataformas de turismo colaborativo que te facilitan conectar con personas locales y vivir por unos días como ellos. La experiencia es mucho más enriquecedora que la de un simple turista que visita los monumentos de siempre.
Y un tip extra: documenta todo bien en tus notas, fotos, videos, etc., porque luego te gustará tener algo que contar a tus amigos, lectores (de tu blog) y demás contactos en tus redes.
Amanecer en Santander
¿Cuáles son tus criterios para elegir el destino a visitar?
Habitualmente, me gusta visitar lugares que conjuguen historia y cultura, y en especial los que rodean a nuestro mar, el Mediterráneo, el Mare Nostrum. Me encanta conocer nuevas culturas, nuevas gentes, no importa dónde, tratar de conocer un poco mejor a sus habitantes y comprender sus manifestaciones culturales, sin olvidar su gastronomía. En general, me vale casi todo, destinos cercanos y lejanos, de mar y montaña, de campo y de ciudad, conocidos y desconocidos; por eso, la elección final queda un poco en manos de dónde me lleve el azar, o de dónde me inviten a viajar para luego escribir en mi blog, algo a lo que siempre estoy dispuesto.
¿Cuál ha sido la ciudad que más te ha sorprendido? ¿Por qué?
Son muchas las ciudades que me gustan, pero quizás sea Jerusalén la que más me sorprendió. Evidentemente, reúne los requisitos que suelo usar como criterio para elegir el destino: historia y cultura atractivas, al borde del Mediterráneo. Es una mezcla de culturas, de religiones, de historias, de gentes. Hasta tal punto que la propia capital está dividida en 4 barrios: judío, musulmán, armenio, y cristiano. Es una ciudad que, para todos los que procedemos de la cultura cristiana tiene una especial significación, por cuanto estamos visitando lugares que ya estudiamos cuando éramos niños en la asignatura de Religión. Recuerdo que nuestro guía en Israel comentaba que la mejor guía de viaje para visitar su país podría ser perfectamente la Biblia, o incluso un catecismo. Seamos o no creyentes, es indudable que todo lo que vemos en Jerusalén, nos resulta familiar, forma parte de la esencia de nuestra cultura más ancestral, y reviste un encanto especial por esa cercanía.
¿Tres libros o películas de viaje para inspirarnos?
Reconozco que, a pesar de leer mucho, a la hora de inspirarme para un viaje me influyen más las imágenes, así que os recomendaré tres películas: “Memorias de Africa”, desde que la ví tengo ganas de ir a Kenia y sobrevolarla en avioneta; “Bajo el sol de la Toscana”, una enternecedora historia de cómo alguien puede enamorarse de un lugar; y por último la clásica “La vuelta al mundo en 80 días”, un objetivo que todo viajero debe plantearse, dar la vuelta al mundo, al que yo en cambio no pondría límite de tiempo (en realidad, el límite lo marca el presupuesto). Para completar el top 5 de películas viajeras, añadiría además otros dos clásicos: Una habitación con vistas, y Vacaciones en Roma, ambas muy entrañables.
¿Qué ciudad de tú país me invitarías a visitar? ¿Por qué? ¿Algún lugar especial?
En mi país, España, merecen la pena visitarse todas sus ciudades; pero si hay alguna que en especial os invitaría a visitar es mi ciudad natal, Santander, de la que soy “embajador honorario”. Santander está situada en el incomparable marco de su bahía, incluida en el Club de las Bahías más Bellas del Mundo. Es una ciudad pequeña, de apenas 190.000 habitantes, muy cómoda para pasear y visitar, y muy elegante. No en vano fue sede del veraneo real en época de Isabel II y luego de Alfonso XIII, lo que aportó cierto porte y señorío en sus edificios, especialmente en la zona del Sardinero, y también en sus gentes. Os recomiendo perderos entre las callejuelas del centro, donde el tapeo es espectacular, haciendo honor a su rica y variada gastronomía; además de daros un paseo por el muelle, junto a su bahía, llegando hasta la playa del Sardinero, donde ver amanecer es todo un espectáculo al alcance de los más madrugadores. Os aseguro que merece la pena. Y si tenéis alguna duda sobre qué hacer o visitar allí, preguntadme.