No vale la pena llegar a la meta si uno no goza del viaje... Stephen Crane

Hace 33 años hice mi primer viaje a Menorca, con mi familia, y con nuestro Seat 124 amarillo. Desde entonces, ha habido muchos cambios en las formas de viajar, en los estilos, en las experiencias que buscamos los viajeros, pero hay algo que todavía permanece: la forma de trasladarse desde la península a Baleares sigue siendo en barco o en avión. Por mucho que se empeñasen «Los Mismos» en su famosa canción «El Puente«, aún no se ha construido ningún puente que comunique la península con las Islas Baleares.

Ya iba siendo hora de hacer una escapada a Menorca, y nuevamente me incliné por hacerlo en el barco de TRASMEDITERRANEA, como en aquel viaje familiar, pero esta vez en solitario. En esta ocasión, me he encontrado con un moderno ferry, el buque ADRIATICO.

Buque ADRIATICO de TRASMEDITERRANEA, en el Muelle de S. Beltrán

A diferencia de otros medios de transporte en los que viajo más a menudo (avión, por ejemplo), no percibo aglomeraciones ni en la terminal del puerto, ni después en el barco, a pesar de estar en fechas muy turísticas (fin de semana de mitad de julio). El acceso para pasajeros sin coche se realiza cómodamente por una entrada diferente de la de vehículos (esta última resulta ser la mayoritaria en esta ruta), y si vienes con la tarjeta de embarque ya preimpresa, no tienes ni que pasar siquiera por taquilla, por lo que resulta muy rápido todo el proceso.

Hasta mi sombra se hace un selfie mientras se dispone a embarcar en el ADRIATICO

Una vez a bordo del buque, la sensación es como si estuvieras en un hotel (flotante, eso sí). Lo primero es pasar por recepción para recoger la llave del camarote y el mando a distancia del televisor, y preguntar al personal por la ubicación de las butacas o camarote (según la opción que hayas escogido) y del resto de servicios (restaurantes, cubiertas de paseo, etc.). Por cierto, me ha sorprendido gratamente comprobar el nivel de comodidades con el que cuenta, muy semejantes a las de los cruceros.

El equipo de restauración se prepara para atender al hambriento pasaje

El barco ADRIATICO, con todo su equipamiento, te permite disfrutar relajadamente del viaje, y en el caso de viajar en familia, que los niños se mantengan entretenidos. No es un crucero ni lo pretende ser, no está pensado para cruceristas, un tipo de viajeros mucho más enfocados en pasar su tiempo de ocio en esos barcos (comparables a un resort con todo incluido) que en los destinos, sino que es un ferry con muchas comodidades y posibilidades, que hacen del viaje una experiencia más completa que la de un simple traslado de pasajeros y vehículos.

Barco ADRIATICO, atracado en el Puerto de Barcelona.

Como buen viajero, me gusta disfrutar no solo del destino, sino del viaje en sí, y en un barco como el ADRIATICO hay muchas opciones para que el viaje sea más ameno y tranquilo. Las veremos en detalle en el próximo post de este blog, en que comentaré las características de este ferry.

“Lo importante no es sólo llegar a un destino, sino disfrutar del camino”

¿Por qué viajar en barco a Menorca?

– Porque puedes llevar tu propio coche en el barco, y así te evitas tener que alquilar uno para desplazarte por la isla. Salvo que vayas a estar allí un solo día (como fue mi caso en esta escapada), te compensa llevar tu vehículo en cualquier estancia igual o superior a dos días. Pensando en global, es el plan más económico para una familia.

– Porque puedes llevar mucho equipaje. No te preocupes por el límite de peso, esto no es un avión de low cost. Puedes llevar las maletas que necesites, más tablas de surf, kayaks y bicicletas, que se transportarán en el garaje debidamente amarrados. Menorca es la isla ideal para disfrutar de estos accesorios… ¡y lo sabes!

– Puedes disfrutar de magníficos paisajes, ver amanecer en el mar, o contemplar las vistas de los puertos de Barcelona y de Mahón. En este viaje, merece la pena madrugar. La entrada al amanecer al puerto de Mahón (Menorca), uno de los puertos naturales más grandes de España, es sencillamente espectacular. Es momento de empezar a hacer fotos del mar y de la isla de Menorca, iluminada por los anaranjados rayos de sol del alba.

Los pasajeros del ADRIATICO contemplan la entrada al puerto de Mahón (Menorca).

– Si viajas en familia (de 3 o 4 miembros), podéis contratar el pase familia, un pack lleno de ventajas para disfrutar a bordo que incluye: comida y merienda a bordo en los viajes de día, y cena más desayuno en los viajes de noche, pack de bienvenida, cupones descuento para parques temáticos y de aventura, zoológico, acuarios… y también para la tienda de a bordo, animación a bordo con gymkanas, cuentacuentos, etc. Seguro que te hará la vida con niños a bordo más fácil.

– Porque, con permiso del mar Mediterráneo, no te mareas. Al menos en esta época del año, en verano, el mar está en calma chicha. El barco va tan suave que cuando estás en alta mar, dentro del barco, te cuesta notar hacia qué lado está avanzando, y tienes que acabar fijándote en los planos de situación para saber dónde estás ubicado.

– Porque puedes ganar un viaje de I/V para dos personas y un coche si participas en el concurso #socialferry compartiendo tus fotos del puerto y/o la travesía en tus redes sociales. (ver post anterior). No lo olvides: «Embarca, enfoca y comparte«.

Embarca, enfoca y comparte – #socialferry – TRASMEDITERRANEA

 Y tú, ¿te has planteado viajar en barco a tu próximo destino en Baleares? ¿te animas? Cuéntame tus porqués en los comentarios de este post.

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