Índice de contenidos
- Te presento los platos típicos españoles que más se comen en los diferentes lugares de España. ¡Conócelos y si puedes, cómelos!
- Andalucía: alfajores y pan de Cádiz
- Aragón: borrajas para Navidad
- Asturias: pitu y casadielles
- Cantabria: caracoles a la montañesa
- Castilla León: asados y Ribera del Duero
- Castilla La Mancha: cochinillo asado para Navidad
- Cataluña: sopa de galets
- Comunidad Valenciana: puchero de pelotas
- Extremadura: pavo trufado y embutidos ibéricos
- Galicia: coliflor con bacalao
- Islas Baleares: sopa de Navidad rellena
- Islas Canarias: pata de cochino asada
- La Rioja: cardo con almendras
- Madrid: un buen asado por Navidad
- Murcia: dulces y postres navideños
- Navarra: cordero en chilindrón
- País Vasco: gulas y goxua
Te presento los platos típicos españoles que más se comen en los diferentes lugares de España. ¡Conócelos y si puedes, cómelos!
Si hay una palabra que define a la Navidad por antonomasia es “tradición”. La Navidad es una fiesta que, aparte de sus connotaciones religiosas y festivas (sobre todo para los niños), se caracteriza por las celebraciones tradicionales que reúnen cada año a las familias, a los amigos, o a los compañeros de trabajo. Y qué mejor forma que hacerlo en torno a una mesa, degustando los platos más suculentos de nuestra gastronomía. Al fin y al cabo, son ocasiones especiales que se merecen lo mejor de lo mejor. Calidad… y si se puede, también cantidad.
Unas semanas antes, ya empieza el rosario de celebraciones con las «comidas de empresa», que suelen realizarse aprovechando la proximidad de estas fiestas. Pero estas comidas de hermandad darían para hablar largo y tendido en otro post, así que las trataré en otra ocasión. Centrémonos en las navidades.
En Navidad, hay varios momentos clave para celebrar en familia: la cena de Nochebuena (24 de diciembre), la comida de Navidad (25 de diciembre), la cena de Nochevieja (31 de diciembre), rematando con un dulce colofón que es el Roscón de Reyes (6 de enero), que habitualmente se toma con chocolate caliente para desayunar el día de Reyes.
Vamos a hacer un recorrido virtual por todas las comunidades de España, repasando los principales platos típicos de estas fechas navideñas, que son tan variados como lo es nuestra gastronomía y nuestra geografía.
Andalucía: alfajores y pan de Cádiz
Como sucede en toda España (y no es chovinismo), hay unas excelentes materias primas. Como entrantes, lo más adecuado son los productos de la tierra como aceitunas aliñadas o Jamón de Jabugo (el jamón me atrevo a pensar que estará presente en casi todas las mesas de todas las comunidades). Seguimos con un caldo al Jerez o una sopa de picadillo, siendo el plato estrella las carrilladas ibéricas o un pavo trufado. ¡Hacen bien los pavos andaluces en estar preocupados cuando llega la Navidad! Pero cuando llega el momento de hablar de dulces es cuando Andalucía se supera a sí misma. Aquí la Navidad huele a canela, a ajonjolí, a miel, a azúcar, a harina horneada o friéndose en la cocina. Destacan los dulces conventuales, así como los clásicos polvorones, mantecados, alfajores, roscos de anís, … y el insuperable pan de Cádiz (una especie de mazapán relleno de frutas confitadas).
Como platos más típicos, destacan el cardo con bechamel, o las borrajas, ambas verduras de la tierra y con mucha fibra (que ayudará a digerir el resto de la comida). Pero si hay algo realmente autóctono es el asado de ternasco (un cordero de mayor edad que el lechal), seguido de un bacalao al ajoarriero. De postre, frutas confitadas con azúcar o chocolate ¿recuerdas las famosas «Frutas de Aragón»? ¡pues esas son!
Asturias: pitu y casadielles
No solo de fabada y cachopos vive el asturiano, en estas fechas suele prepararse una rica crema de nécoras como entrante, seguida de un cabrito asado a la sidra o un “pitu” (pollo de corral) asado en su jugo. Y de postre, las “casadielles”, unas ricas y dulces empanadillas de masa de nueces, anís y miel. Todo ello regado con sidra natural, por supuesto.
Cantabria: caracoles a la montañesa
Dicen en mi tierruca que, entre los entrantes, el plato más tradicional son los caracoles a la montañesa. Pero en mi casa lo que no pueden faltar en Nochebuena y Navidad son unos caracolillos de mar (bígaros), y un pudin de cabracho, junto con unas almejas a la marinera, al estilo de Pedreña. Después, un buen pescado de la zona (lubina, jargo, machote, rodaballo, besugo, etc.) y/o un lechazo asado con ensalada de escarola (muy recomendable por su acidez para ayudar a digerir el cordero). De postre, unas “tostadas de Navidad”, que es como llamamos en Cantabria a las torrijas almibaradas que se elaboran sólo en estas fechas (no en Semana Santa, que es cuando las elaboran en el resto de España).
Castilla León: asados y Ribera del Duero
Esta es la comunidad por excelencia para los asados. Así, pues, en estas fechas el plato principal será un buen lechazo o un cochinillo asado, acompañado de ensalada, y precedido por unas entradas de picoteo. Como postre, los mantecados de Soria, las yemas de Ávila o el ponche segoviano, nos dejarán un excelente sabor de boca. Eso sí, no olvidemos regarlo todo con vinos de Rueda, de Cigales y de Ribera de Duero.
Con la otra Castilla, se comparte la tradición del cochinillo asado, regado con vinos de Valdepeñas (y alrededores). Pero es a la hora de los dulces donde se manifiestan sus señas de identidad más autóctonas, con los tradicionales mazapanes de Toledo, los mantecados de anís, las galletas de almendra y los rolletes manchegos (una especie de rosquillas).
Cataluña: sopa de galets
En Cataluña, el “hecho diferencial” se hace notar en que no suelen celebrar la nochebuena (aunque, como muchos catalanes hemos nacido en otras tierras, sí que lo hacemos). En cambio, sí que celebran la comida de Navidad, y luego la del día de San Esteban (26 de diciembre). Sus platos más característicos para Navidad son la “escudella i carn d’olla” y la “sopa de galets”, que vienen a ser la versión catalana del clásico cocido. Por otro lado, el plato esencial para el día de San Esteban son los canelones (que antiguamente se rellenaban con las sobras de la comida de Navidad). Para acompañar estas comidas, nada mejor que los vinos del Penedés, Priorato y por supuesto el cava. En cuanto a los postres, el 6 de enero presenta una particularidad, pues el tradicional roscón de Reyes los catalanes no lo toman en el desayuno, sino como postre al final de la comida y con un relleno de mazapán.
Comunidad Valenciana: puchero de pelotas
En Valencia, es típica una variedad del cocido, el “puchero de pelotas” (unas bolas elaboradas con magro de cerdo, ternera, huevo, perejil y piñones) para estas comidas navideñas. Un plato contundente que habrá que bajar a base de paseos junto al mar (o por la montaña, que también sirve para hacer ejercicio).
Extremadura: pavo trufado y embutidos ibéricos
Los extremeños también son gente de buen comer, y en su mesa siempre encontrarás magníficos quesos (torta del Casar y de la Serena), pavo trufado, criadillas de tierra, lechón al horno, cardo o pollo en pepitoria. Además de los embutidos ibéricos y los jamones de la Sierra de las Villuercas. De postre, unas mandarinas gratinadas al estilo de Cáceres.
Galicia: coliflor con bacalao
No puede faltar el pulpo ni el marisco en una mesa gallega. Pero si hay un plato popular y tradicional para estas fechas es la coliflor con bacalao cocido. Todo acompañado de vinos de la zona, en especial Ribeiro y Albariño (mis favoritos para acompañar pescados y mariscos).
En cada isla hay un plato típico diferente. Así, en Mallorca tenemos la sopa de Navidad rellena (muy similar a la catalana sopa de galets, pero no es la sopa sino los galets los que van rellenos de carne picada) y lechona mallorquina; en Menorca, el cuscussó (un postre hecho con manteca de vaca, miel, azúcar, pan picado o molido, almendra picada, canela y ralladura de limón); y en Ibiza, la leche de almendra. Y si hay hambre suficiente, prueba a combinar un plato de cada isla.
Islas Canarias: pata de cochino asada
En Navidad, como en el resto del año, tendremos presentes las papas arrugadas (pronunciése: papas arrugás) con mojo picón, junto con platos como: la pata de cochino asada, pescados encebollados, cabrito en adobo o conejo en salmorejo. En postres, lo más auténtico es la pella de gofio con miel y frutos secos, además de las truchas rellenas de batata o de cabello de ángel. ¡Para chuparse los dedos! Confirmado.
La Rioja: cardo con almendras
Los productos de su huerta están siempre presentes, empezando por el típico cardo con salsa de almendras, o las alcachofas con jamón. Otro clásico de las comidas navideñas es el cochinillo asado. Todo ello regado ¡cómo no! con los excelentes vinos de Rioja. Y para postre, unos exquisitos mazapanes de Soto, que aunque no lo parezca son mucho más ligeros y suaves que los ya conocidos de Toledo.
En Madrid, lo más castizo es disfrutar de un buen asado (capón, cochinillo, cordero, pavo, pularda, etc.) acompañado con lombarda y ensalada de escarola y granada, muy eficaces para facilitar la digestión. Y después, un paseo por alguno de los mercados navideños como el de la Plaza Mayor.
Lo más típico en Murcia en Navidad son sus dulces y postres, donde siempre están presentes las tradicionales tortas de Navidad murcianas elaboradas con cítricos y anís en grano. Para chuparse los dedos y repetir.
Para abrir boca, unos espárragos de Navarra (de los de verdad, tamaño «cojonudo»). Como es tradicional en todo el Norte, en la mesa habrá carne y pescado, destacando el cordero en chilindrón (salsa también usada en Aragón y la ribera del Ebro en general) y bacalao al ajoarriero. Para postre, unas frutas escarchadas.
País Vasco: gulas y goxua
Como plato más tradicional, destaca la berza con ajos y aceite, y entre los entrantes no pueden faltar las gulas (a falta de las auténticas, carísimas y codiciadas angulas) y un buen surtido de mariscos del Cantábrico. El rey de los pescados es el besugo, sea al horno o a la parrilla. Como postres, tenemos la “goxua” o la “intxaursalsa”.
Pero si hay algo que coincide en todas las mesas españolas por Navidad son los turrones de Jijona y de Alicante, y los polvorones y mantecados de La Estepa, que junto a los postres autóctonos de cada comunidad nos harán coger unos kilos de más. ¡Qué le vamos a hacer! Cuando terminen las fiestas, será el momento ideal para volver a ponernos a dieta, pero esa ya es otra tradición, la de los propósitos para el nuevo año y la preparación de la «operación bikini».
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En definitiva el turrón, polvorones y mazapanes son por excelencia, los dulces favoritos entre los españoles.
¡Buen artículo!
Saludos desde Alicante.
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