Conoceremos las tradiciones gastronómicas de Cantabria en Navidad a través de las experiencias de varios bloggers de viajes de la tierruca

Tradiciones gastronómicas de Cantabria, también en Navidad

Las tradiciones gastronómicas de Cantabria están más que consolidadas en Navidad, repitiéndose año tras año. Estas fiestas son tradicionales por antonomasia, y la gastronomía no podía ser ajena a esta época.

Dicen que el olfato es el sentido que más repercute en nuestra memoria, la muestra es que todos recordamos olores y sabores que nos retrotraen a nuestra más tierna infancia. ¿Recordáis aquella escena de Ratatouille en la que el crítico gastronómico experimenta un viaje sensorial a su infancia al probar ese plato clásico francés? A mí me pasa lo mismo cada vez que recuerdo la Navidad, e inmediatamente me vienen a la cabeza mis platos navideños favoritos, ligados a recuerdos familiares.

A la hora de escribir este post, he consultado a otros bloggers de viajes de Cantabria, para contrastar opiniones y aportar diferentes puntos de vista sobre tradiciones gastronómicas de Cantabria en Navidad. ¡Vamos allá!

José Luis Conde de «El viajero accidental»

La aportación de «El Viajero Accidental«, a las recetas cántabras se va a centrar en dos. Una que es un clásico y otra que es un plato muy adecuado para estas fechas y que siempre gusta. Ambas recetas son cortesía de una excelente cocinera de Villapresente, prima mía, Mari Lines Pérez Solórzano.   

• Pudin de cabracho: adecuado para cena/comida formal o para algo más tipo informal. Los ingredientes que lleva son: Pescado (cabracho) que no puede faltar, huevos, nata líquida, tomate frito, espárragos y algo de lechuga para adornar. Y ojo, para acompañar por ejemplo una salsa cocktail que, no es porque yo la haga, me sale muy bien: mayonesa, salsa de tomate, mostaza, ron y el toque justo de tabasco.

• Tostadas de Navidad al estilo montañés. ¿Qué tienen de especial? Pues que aparte de estar muy ricas, con su toque de canela y limón, en Madrid por ejemplo son las llamadas torrijas y se comen en Semana Santa, no en Navidad. Esta es una curiosidad que es digna de comentario, la época en que se comen en Cantabria. Otra cuestión a tener en cuenta: se fríen en mantequilla … bueno, con una o dos cucharadas de aceite de oliva para que no se queme la mantequilla. Como debe ser, mantequilla a discreción jejeje. Sin duda, las tostadas destacan entre las tradiciones gastronómicas navideñas de Cantabria.

Elisabet Antolín de «Llévame a Italia»

Hola, soy Elisabet Antolín, del blog «Llévame a Italia«. Cuando Luis me propuso escribir sobre las tradiciones culinarias de mi familia en Cantabria rápidamente me vinieron un montón de recuerdos a la cabeza. Desde que tengo uso de razón las torrijas son el vivo ejemplo de la Navidad. Cada año mi yaya las preparaba por kilos, acompañadas de toneladas de amor. Y aunque tengo que confesaros que no me gustan, su olor para mi es sinónimo de Navidad. 

Una de las cosas que más me gusta de este postre tan típico en estas fechas es el recuerdo de mi hermano y todos mis primos poniéndose las botas comiéndolas. Obviamente mi yaya siempre preparaba chocolate a la taza, cosa que yo adoraba. Hoy en día, aunque ella ya no esté, continuamos repitiendo sus costumbres.

En mi familia siempre ha sido tradición comer lechazo, langostinos y este tipo de comida. Con los años hemos ido perdiendo esta costumbre y añadiendo otras nuevas. Desde hace unos 10 años más o menos decidimos comer lo más sencillo del mundo y lo más delicioso: empanada, tortilla de patatas y croquetas. ¡Como lo lees! 

Desde que vivo fuera y desde que estoy en Italia, es una de las tradiciones familiares que más me gustan, ¡pues lo que más echo de menos es la comida más sencilla y tradicional! Imagina hasta que punto se ha convertido en un hábito navideño que aunque no vuelva a casa por Navidad, ¡ninguno de estos tres platos faltan en mi mesa!

Aunque este año no pueda volver a casa por Navidad, os aseguro que no seré infiel a nuestras tradiciones familiares.

Ahora que ya sabes cómo celebramos la Navidad en mi casa en Cantabria, te invito a descubrir un poquito sobre las tradiciones navideñas de Italia, ¡por aquí también hay varias y muy curiosas!

Por último, ¡aprovecho la ocasión para desearos una feliz Navidad!

Luis Fernández del Campo, de «Viajero Digital»

En nuestra tierruca se suele considerar que el plato más tradicional son los caracoles a la montañesa. Pero en mi casa somos más «marineros» y en cambio lo que no pueden faltar tanto en Nochebuena como en Navidad son unos caracolillos de mar (bígaros). Seguimos los entrantes con un pudin de cabracho (válido para todas las épocas del año), junto con unas almejas a la marinera, al estilo de Pedreña, y unos langostinos a la plancha o cocidos. Después, un buen pescado de la zona (lubina, jargo, machote, rodaballo, etc.) y/o un lechazo asado, acompañado de ensalada de escarola (muy recomendable por su acidez para ayudar a digerir el cordero).

De postre, unas “tostadas de Navidad”, que es como les llamamos en Cantabria a las torrijas almibaradas que se elaboran sólo en estas fechas (no en Semana Santa, que es cuando las elaboran en el resto de España). En mi casa somos muy golosos (sobre todo yo), y a las tostadas les añadimos una buena dosis de almíbar casero, por si aún no estaban bastante dulces.

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Sobre las «tostadas de Navidad» hay mucha controversia, ya que algunos las llaman torrijas (normalmente, los que no son de Cantabria de toda la vida) o incluso torrejas (término más utilizado por los de Torrelavega). El caso es que Cantabria es la única región en la que se elaboran exclusivamente en Navidad, ese es nuestro factor diferencial.

Y ya que estamos relamiéndonos, os recomiendo ver este video para saber cómo se elabora este dulce navideño.

Irene Zamora de «El faro de Zanahoria»

Semanas antes de Navidad, en esos días lluviosos de diciembre en los que escampa a ratos, mi familia salía a pasear. “A por caracoles”, se decía. Con la lluvia, todos salían de sus escondrijos y era el momento perfecto para cazarlos. Todos ellos se guardaban en redes de pesca y se colgaban de la caseta que había (que hay) en el prado de debajo de la casa de mis abuelos. Alguno conseguía abrirse paso y escaparse, pero la mayoría acababan, días después, en la cazuela.

Confieso que a mí lo que me gustaba no eran los caracoles (nunca los probaba), sino la salsa espesa y picante que hacía mi abuela. Los cocinaba ella para toda la familia, aunque siempre era la que menos comía. Vernos disfrutar, yo creo, era lo que más felicidad le daba. Hoy ya no los hace, pero, con caracoles o sin ellos, que esté presente ella es lo que más feliz me hace a mí.

Si queréis conocer la receta de los caracoles a la montañesa, podéis leerla en este enlace. Os invito a conocer mi blog y mis historias en «El faro de zanahoria«.

Conclusión

Si aún te has quedado con hambre, o con ganas de saber más sobre tradiciones gastronómicas de Navidad (no solo de Cantabria), te invito a leer también mi post sobre platos típicos de Navidad de España, clasificados por Comunidades Autónomas.